Disfruta de Cuenca en noviembre con un viaje barato en AVE

En este artículo vamos a hablarte sobre lo que puedes hacer si haces un viaje barato en trenes AVE a la ciudad de Cuenca durante este mes de noviembre. La ciudad se asienta entre las hoces de los ríos Júcar y Huécar, y que por su riqueza monumental tiene el título de ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad. Su casco histórico se despliega al borde de paredes rocosas, en plena serranía de Cuenca. La Catedral, las Casas Colgadas y calles empedradas son un remanso de paz para todo viajero que quiera huir del estrés de la ciudad. Es un destino perfecto en el que pasar un fin de semana viajando en AVE para desconectar de la rutina diaria.

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No puedes viajar a Cuenca y no visitar las famosas Casas Colgadas, que son el símbolo más reconocible de esta bonita ciudad. Realizadas en mampostería, con sillares en las esquinas y asentadas en ménsulas, se asoman al río desde sus balcones de madera voladizos sobre el acantilado. Sólo hay tres casas que son visitables, la casa de la Sirena que aloja un mesón donde degustar los platos típicos y las Casas del Rey que contiene un museo de arte abstracto. Tampoco podemos perdernos la Plaza Mayor, una de las más bonitas y monumentales de la ciudad. Se trata del centro neurálgico de la parte alta, un lugar perfecto para hacer un descanso y tomarte un aperitivo en una de sus terrazas.

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También es muy recomendable ir a la Plaza Mayor de Cuenca donde veremos el Ayuntamiento, el Convento de las Petras y la catedral de Nuestra Señora de Gracia.  Esta Catedral de Santa María y San Julián es otra de las cosas que no podemos perdernos, que fue el primer edificio que se construyó en Cuenca tras la reconquista. La fachada se derrumbó por lo que la actual es del siglo XX. Por último queremos recomendarte los rascacielos del barrio de San Martín, que son un conjunto de viviendas de carácter popular. Tienen la entrada por la calle Alfonso VIII y hacia ella presentan tres o cuatro plantas de altura, mientras que vistas desde la orilla del río Huécar parecen como si de unos rascacielos se trataran y que aflorasen desde la misma montaña.